sábado, 3 de noviembre de 2012

Delivery o cocinar?

Estoy pidiendo tanta comida últimamente que estoy pensando que en vez de pedir delivery me conviene comprar el delivery. Así que en una de esas me compro uno y me ahorro dinero. En realidad pedir delivery no es mucho más caro que cocinarse. Aunque cocinarse algo de vez en cuando no está nada mal. Algo simple como un pato a la naranja o uno filet mignón. Lo que tiene de mal cocinar no es el hecho de preparar la comida. Eso puede resultar hasta entretenido. Lo que resulta aburrido y tedioso es tener que ponerse a lavar los mil utensilios usados para tales menesteres y tener que desengrasar la cocina, el horno o lo que sea. Y como las cosas se caen al piso, después seguro hay que trapear también aunque más no sea un poquito. Entonces ya se vuelve todo un proceso, largo y engorroso que no implica solamente el acto en sí, sino todo lo que está envuelto en ello. Salvo que contrates a alguien para que limpie. Pero en fin, me quedo con el delivery que es mucho más simple y ni siquiera hay que pensar en ir a comprar las cosas. Ah, esa es otra, perder tiempo en el supermercado. Sobre todo si es una de esas cadenas donde tardan diez horas en atender a cada persona y las cajeras tienen una parsimonia habitual que se mezcla con las pocas ganas de trabajar y mucho menos aun de atenderlo a uno. Y si la tarjeta está un poco gastada y no pasa por el lector del teclado, antes de pasarla por el original, el que provee la compañía de tarjetas, la pasan diez veces. Luego le ponen una bolsa y la pasan otras diez. Después ponen cara de malestar, eso les lleva su tiempo también y llaman a alguien para que las ayude a solucionar. Que les hace las preguntas de ¿no pasa por el teclado? No!!!!! Por eso, el delivery, mucho más simple.